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miércoles, 10 de junio de 2020

4to grado

CIENCIAS SOCIALES
MANUEL BELGRANO 
Camino hacia una Revolución




Este año 2020 se conmemora no sólo el 250° aniversario del nacimiento de Manuel Begrano, sino también los dos siglos del fallecimiento de esta figura central en el proceso de la formación de nuestro país. Belgrano, por su personalidad única de intelectual y de guerrero, su obra política y militar y también su legado como creador de la bandera son protagonistas en los programas educativos de todo el país.

Veamos el siguiente video:




¿Cómo fue su comienzo? 

La Revolución de Mayo es el resultado de numerosos factores locales e internacionales, cuyas raíces se remontan al siglo XVIII. En ese momento, la sociedad del Antiguo Régimen entra en crisis y sus principios son reemplazados por nuevas ideas políticas, económicas y sociales. Esas ideas, adoptadas por muchos hombres de Latinoamérica, son el fundamento para llevar a cabo la gesta que da origen al nacimiento de las naciones latinoamericanas.
 Pero no solo las ideas hacen posible este cambio. Los hechos que se desarrollan en Europa durante las guerras napoleónicas marcan el momento adecuado para llevarlo a cabo. Ese movimiento, que comienza en el Río de la Plata en 1810, después de una serie de avances y retrocesos, culmina en 1816 cuando las antiguas colonias del Río de la Plata declaran su independencia.

 Antecedentes de la Revolución de Mayo

 Para comprender las causas de la Revolución de Mayo es necesario tener en cuenta la situación europea a partir de dos revoluciones producidas a fines del siglo XVIII: una política, la Revolución Francesa, y una económica, la Revolución Industrial. Ambas ejercieron gran influencia sobre los procesos revolucionarios americanos, ya que la mayoría de sus ideólogos estaban empapados de las nuevas tendencias del liberalismo económico y político. 

Las invasiones inglesas y la crisis de autoridad de la monarquía

 La Revolución Industrial, la pérdida de sus colonias en América del Norte en 1776 y el bloqueo dispuesto por Napoleón en su contra, movieron a Inglaterra a buscar nuevos mercados y centros proveedores de materias primas. En ese contexto, los ingleses intentaron ocupar Buenos Aires en 1806 y 1807.
 Recordemos que para estos años, Buenos Aires era la capital del Virreinato del Río de la Plata, por lo que la defensa del territorio correspondía a las tropas regulares del ejército español y a la dirección del virrey que en ese momento era Sobremonte. Frente a las invasiones inglesas el Virrey escapó hacia el interior, más precisamente hacia Córdoba, las tropas regulares se rindieron rápidamente y no se podía esperar a que la Corona envíe refuerzos debido a la calidad de las comunicaciones de la época.
 La necesidad de enfrentar a los ingleses era imperante, debido a ellos se formaron las milicias urbanas porteñas. Las invasiones fueron repelidas, pero este acontecimiento dejaría una profunda huella entre los criollos que abandonados por el virrey, debieron tomar el poder militar en sus manos y organizar la defensa. Las milicias y principalmente sus jefes adquirieron una gran fuerza política y lograron en 1806, el reemplazo del virrey Sobremonte por Santiago de Liniers, militar francés al servicio de España y vencedor de los ingleses. 

Durante la segunda invasión se había destacado la figura de Martín de Álzaga, alcalde del Cabildo y defensor de los intereses españoles en el Río de la Plata. Éste intentó desplazar del gobierno a Liniers, ya que su origen francés lo hacía sospechoso de ser simpatizante de Napoleón. La intervención de Saavedra, comandante de los Patricios, evitó su caída y puso de manifiesto la superioridad de las fuerzas criollas sobre las españolas. Álzaga y sus seguidores fueron encarcelados, pero huyeron a Montevideo desde donde siguieron conspirando contra el gobierno de Buenos Aires. Finalmente, la Junta de Sevilla designó a Baltasar Hidalgo de Cisneros, el último virrey del Río de la Plata.

 El legado de las invasiones fue que tras la organización de una defensa propia del territorio, sin necesitar el apoyo de las fuerzas regulares de la monarquía, los jefes militares adquirieron un gran poder y empezarían a cuestionar la capacidad de la Monarquía hispánica para la defensa del territorio del Río de la Plata. 

España y Napoleón 

En 1808, Napoleón entró en España con el pretexto de invadir Portugal por desobedecer su bloqueo a Inglaterra. La debilidad del rey Carlos IV, sometido a su ministro Manuel Godoy, y la entrada de las fuerzas napoleónicas, fueron aprovechadas por el príncipe Fernando para provocar un motín que obligó a Carlos a abdicar a su favor.

 Napoleón se presentó entonces como mediador del conflicto y reunió en Bayona a Carlos y a Fernando VII, a quien obligó a devolver la corona a su padre. Luego forzó a éste a abdicar y coronó a su hermano José Bonaparte como rey de España. El pueblo español, indignado por la debilidad de Carlos y la prisión de Fernando VII, decidió formar juntas de resistencia que gobernarían en nombre de Fernando mientras durara su cautiverio. Además, establecieron una Junta Central en Sevilla a la que juraron fidelidad las colonias americanas. 

Nace un nuevo orden político

 En 1810 se abrió una nueva etapa tanto en la Península como en América. La formación de juntas en diferentes ciudades americanas y la convocatoria a cortes en España redefinieron los términos de la crisis iniciada en 1808. Pese a la resistencia, hacia 1810 la península ibérica se hallaba completamente en manos de los franceses. La junta Central de Sevilla desapareció y solo resistía la ciudad de Cádiz, donde se estableció un Consejo de Regencia.

Las noticias de estos sucesos llegaron al Río de la Plata y el virrey las dio a conocer el día 18 de mayo, pidiendo que se conservara la calma. Sin embargo, la agitación revolucionaria ya estaba en marcha y la posición de Cisneros, al haber caído la Junta que lo había nombrado, perdía legitimidad.

 Los grupos revolucionarios planificaban su accionar en la casa de Nicolás Rodríguez Peña o en la jabonería de Hipólito Vieytes. Entre ellos se encontraban Juan José Viamonte, Manuel Belgrano, Juan José Paso, Manuel Beruti y Cornelio Saavedra, sin cuya asistencia militar era imposible cualquier plan. El mismo virrey, cuando los revolucionarios le pidieron un Cabildo Abierto, antes de tomar una decisión, sondeó si contaba o no con el apoyo de los jefes militares. Ante su respuesta negativa, debió acceder y el Cabildo se convocó para el día siguiente. 

El Primer gobierno autónomo 

En el cabildo abierto celebrado el 22 de mayo de 1810, los asistentes votaron una decisión crucial: deponer al virrey Cisneros de su cargo por haber caducado la autoridad que lo había designado. A esa reunión fueron invitados por esquela cuatrocientos cincuenta vecinos de la ciudad capital, aunque asistieron poco más de doscientos cincuenta. Entre los presentes se hallaban funcionarios, magistrados, sacerdotes, oficiales del ejército y milicias y vecinos distinguidos de la ciudad. 

El debate comenzó con la intervención del obispo Benito Lué, quien sostuvo que mientras en España existiese tierra dominada por españoles, estos deberían gobernar las colonias americanas. La réplica correspondió a Juan José Castelli, quien afirmó que en 1808, españoles y criollos habían jurado fidelidad al rey Fernando VII y, por lo tanto, si este estaba preso, el poder debía volver al pueblo. 

El fiscal Villota opinó que Buenos Aires no podía decidir por sí misma y aconsejó consultar con otras ciudades del Virreinato, pero Juan José Paso alegó que había que actuar con rapidez y que debía establecerse un gobierno provisional que gobernara en nombre de Fernando VII. 

Finalmente se procedió a la votación, que por cierto, no fue unánime: sesenta y nueve asistentes fueron partidarios de la permanencia del virrey, mientras que la gran mayoría apoyó la posición de poner punto final a la autoridad virreinal reemplazándola por una junta de gobierno para tutelar los derechos del rey Fernando VII. El día 24, el Cabildo pretendió que la nueva Junta fuera presidida por Cisneros, pero todo fue inútil, los jefes militares se opusieron.

 El 25 de mayo la Plaza de la Victoria se había convertido nuevamente en el centro de la agitación popular. Un movimiento liderado por el regimiento de Patricios elevó un petitorio con la lista de los nombres que debían figurar en el nuevo gobierno. La Junta quedó así constituida por nueve miembros: Cornelio Saavedra, a quien se le confirió el supremo mando militar, la presidía; sus secretarios fueron Mariano Moreno y Juan José Paso, y el resto de los vocales Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea. 




Así, el 25 de Mayo se puso fin al gobierno español y se constituyó el primer gobierno patrio con la lista propuesta por una diputación de origen patriota. Comenzábamos así un largo derrotero hacia la Independencia.

ACTIVIDAD:

Investigar el significado de la palabra REVOLUCIÓN luego busca sinónimos y con ellos trata de construir tu propia definición.
Lee las siguientes frases de Manuel Belgrano y escribí con tus palabras cuál es el mensaje que te transmiten.

 "El estudio de lo pasado enseña cómo debe manejarse el hombre en lo presente y por venir."

"Mucho me falta para ser un verdadero padre de la patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella."

"Un pueblo culto nunca puede ser esclavizado."


Te invito a que visites la siguiente página donde podrás realizar una visita virtual al monumento de la Bandera.

http://www.monumentoalabandera.gob.ar/

Las  siguientes son imágenes del Monumento a la Bandera:


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