Las condiciones del ambiente y los seres vivos
Muchos animales y plantas tienen características que les permiten vivir en un determinado ambiente. Por ejemplo, algunos mamíferos que viven en regiones donde las estaciones son muy distintas, cambian de pelaje entre el invierno y el verano, y los cactus, que viven en zonas muy áridas, pueden almacenar agua en sus tallos. Estas características y muchas otras parecen respuestas de los seres vivos a las condiciones del ambiente. ¿Será así?
Las adaptaciones Todos los seres vivos formamos parte de una historia que se denomina evolución. En este proceso, los seres vivos interactúan con el ambiente y, en esta interacción, algunos sobreviven y otros, no. Aquellos que sobreviven tienen alguna ventaja para un determinado ambiente y, por lo tanto, tienen más oportunidades de sobrevivir que aquellos que no las tienen. Además, por intermedio de la reproducción sexual, los seres vivos transmiten sus adaptaciones a sus descendientes, que las heredan y, así, continuar la historia. Como ejemplo para entender más sobre la evolución y las adaptaciones analicemos los cardones, que son un grupo de cactus típico de la Puna. En la actualidad, todos los cardones tienen la capacidad de almacenar gran cantidad de agua en sus tallos gruesos. Esta adaptación es fundamental para vivir en este ambiente seco. Pero hace miles de años, algunos cardones tenían esta característica y otros no. Los cactus que la tenían podían retener mucha agua, y así, no se desecaban y sobrevivían, y también, podían reproducirse. Lo contrario ocurría con los cardones que no tenían esta característica. Esta diferencia favoreció que en la descendencia hubiera más cardones con la adaptación favorable para un ambiente seco, y menos descendencia de los que no la tuvieran. Con el paso del tiempo, hubo cada vez más cardones con esta adaptación, y en la actualidad podemos observar que todos la tienen.
Cardones de la Puna
Las hojas de los cactus se han modificado y tienen forma de aguja.
Esta adaptación reduce la pérdida de agua.
Las adaptaciones al frío y al calor
Las adaptaciones al frío y al calor pueden ser cambios físicos y en el comportamiento de los seres vivos. Vean los siguientes ejemplos. Algunos animales, como las vizcachas, una clase de roedor, son cavícolas, es decir, viven en cuevas, donde la temperatura se mantiene relativamente estable, a pesar de los cambios abruptos entre el día y la noche que se registran fuera de estos refugios. Estas cuevas suelen formar parte de galerías subterráneas en las cuales algunas aves construyen sus nidos, por ejemplo, las golondrinas ceja blanca, la caminera común y las lechucitas de las vizcacheras. Las cuevas también funcionan como refugio para otros seres vivos como ranas, sapos, reptiles e insectos. Otra adaptación relacionada con los cambios de temperatura a lo largo del día y, en algunos casos, a lo largo del año, es la presencia de algún tipo de cobertura corporal. Los pelos en los mamíferos y las plumas en las aves son ejemplos de cobertura corporal que sirven de “abrigo” porque aíslan el cuerpo del ambiente e impiden los cambios bruscos en la cantidad de calor del cuerpo. Por otra parte, algunos animales hibernan durante el invierno. La hibernación es un estado similar al sueño, en el cual el cuerpo se torna mucho menos activo y, por lo tanto, gasta menos energía. Así, durante la hibernación los animales no salen a buscar alimento, sino que consumen las reservas de grasa del cuerpo. Las plantas también tienen adaptaciones que les permiten sobrevivir a los cambios de temperatura. Por ejemplo, muchas pierden sus hojas en otoño, que brotan nuevamente en primavera, cuando las temperaturas y la cantidad de luz solar es más favorable para su desarrollo.
En muchas especies de animales, varios individuos vigilan la entrada de las cuevas de posibles predadores.
El zorro gris tiene un pelaje tupido que le permite mantener el calor del cuerpo y a su vez aísla la piel del frío.
El cambio en el color de las hojas de verde a rojo o anaranjado indica que están próximas a caer.
Los ambientes de transición
Existen ciertos ambientes que no pueden ser clasificados como aeroterrestres o acuáticos, ya que se encuentran en una situación intermedia. Llamamos ambientes de transición a todos los ambientes que están en contacto entre un ambiente acuático y uno aeroterrestre, por ejemplo los humedales, los pantanos, las costas marinas y los esteros. Los habitantes de este tipo de ambientes pueden estar en el agua o fuera de ella, pero nunca lejos. Ranas, sapos, moluscos, aves, reptiles e insectos, entre los animales, y juncos, totoras, camalotes y cortaderas, entre las plantas, se caracterizan por vivir en ambientes de transición en los que el nivel del agua puede cambiar en cuestión de horas.
Las costas marinas son los ambientes de transición donde están en contacto el ambiente acuático marino con el ambiente aeroterrestre continental.
Los humedales
Los humedales están representados por una amplia variedad de ambientes en los continentes y en sus costas. Por lo general, se inundan con frecuencia, aunque luego de un tiempo el agua desciende. El origen del agua que inunda los humedales puede ser del desborde de ambientes acuáticos, de las mareas altas y de las aguas subterráneas. Los humedales aportan agua y nutrientes para la supervivencia de muchas plantas y animales. Por eso, están habitados por una enorme variedad de seres vivos. Además, son importantes para el control de inundaciones, la recarga de aguas subterráneas, la retención y exportación de barros y arenas, regulación del clima y la limpieza de las aguas.
Los cambios en el nivel del agua son la condición que más influye en la vida de los habitantes de los humedales.
Las adaptaciones de los seres vivos a los ambientes de transición
Los ambientes de transición tienen una característica muy particular: el nivel variable del agua. En este contexto, los seres vivos de estos ambientes presentan adaptaciones que les permiten vivir tanto dentro como fuera del agua. Algunas plantas se destacan porque tienen dentro de su cuerpo huecos llenos de aire y pueden flotar sobre el agua. Otras plantas pueden sobrevivir durante períodos sin agua, y durante otros vivir sumergidas en el agua. Estas características les permiten vivir en zonas inundables. Entre los animales de estos ambientes es habitual encontrar aves zancudas, como las garzas. Las patas y dedos de estas aves son muy largos, lo que les permite caminar en el suelo fangoso. Además, las patas largas mantienen el cuerpo alejado del agua evitando que se mojen. Entre los mamíferos típicos de estos ambientes se encuentran el aguará guazú y el ciervo de los pantanos, que también tienen patas muy largas. Entre los anfibios se destacan los sapos y ranas. Estos animales pasan sus primeras etapas de vida en el agua hasta desarrollarse y poder vivir fuera de ella. Cuando llegan a la adultez, vuelven al agua para alimentarse y reproducirse.
Los yacarés se asolean apoyados
sobre los camalotes que se acumulan en el agua.
Ciervo de los pantanos en los esteros
del Iberá, provincia de Corrientes.
Las garzas caminan dentro del agua
en búsqueda de alimento entre los
camalotes.
Actividades:
1. Observen la imagen de la rama de un pino y, luego, lean el texto. "Una de las ventajas de que las hojas de pino tengan forma de aguja es que cuando cae nieve no se acumula sobre ellas, algo que si sucediera, las rompería y las haría caer."
a. Teniendo en cuenta que las hojas de los pinos hace millones de años eran más anchas que en la actualidad, escriban un texto en el que describan cómo pudo ser el proceso de cambio.
2 ¿Cómo se adaptaron los cardones a su ambiente?
3¿Cómo se adaptan los animales al frío o al calor?
4¿qué es un ambiente de transición?
5¿Cómo se adaptan los seres vivos a ese ambiente?
6.¿Qué son los humedales?
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